15.2.07

Subir y bajar.



Imaginemos que estamos subiendo; cada escalón tiene unos veinte centímetros de altura. Terriblemente agotador. ¿Y adónde nos lleva? A ninguna parte. No avanzamos ni subimos un escalón más. Bajar, rodar deliciosamente hacia abajo; no resultará de otro modo para nosotros.

4 Comments:

Anonymous Anónimo opinó...

Una vez la Vida me dijo que no entendía por qué no pasaba lo que ella tenía previsto. Le agradecí todas las coincidencias y los golpes de suerte que me había brindado todo ese tiempo, pero estaba claro que él había decidido luchar en otra guerra. Por mucho que la Vida hacía, a veces se esforzaba hasta llegar a resultar cómica, no se producía el objeto de su empeño. Y fue cuando me di cuenta de que mi vida se había convertido en una sala de espera.

1:08 a. m.  
Anonymous Anónimo opinó...

Yo seguiría subiendo, quizás en la subida esos escalones cambien de tamaño, color, textura, pero seguiré subiendo, siempre lleva a algún lugar, aunque no sea al que esperabas. Bajar no me gusta, y menos rodando.

6:29 p. m.  
Blogger Seele opinó...

Sí, muchas son las veces en las que te dices: no puedo más, se acabó... sientes que las fuerzas te flaquean y la única solución que ves es rodar, dejarte caer, y nos parece un alivio. Sin embargo, si recuerdas por un instante lo que te impulsó a subir...

11:03 p. m.  
Anonymous Anónimo opinó...

Supongo que os habéis dado cuenta de la gracia del dibujo, ¿no?
seny.

4:50 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home