Ésta es una historia acerca de un hombre y un pez; una historia acerca de la dramática relación entre un hombre y un pez. El hombre se debate entre la vida y la muerte. El hombre piensa. El caballo piensa. La oveja piensa. La vaca piensa. El perro piensa. El pez no piensa. El pez está mudo. Inexpresivo. El pez no piensa, porque el pez lo sabe todo.
3 Comments:
"Incluso con el alma rota,
en su búsqueda por el jardín,
primero, y luego cada vez más y
más lejos de la casa,
seguían siendo
seres como nosotros:
Buscaban para Encontrar"
El alma siempre va a estar extraviada, al menos la de todos aquellos que somos exploradores. Siempre vamos a buscar la luz que aún no hemos encontrado, y siempre tendremos una luz que buscar. Pero eso está bien, que el alma esté extraviada, hace la vida más emocionante. Aunque en ocasiones no estaría mal haber encontrado el camino, pero todo llega. Y cuando ocurra, sabremos que así ha sido, entonces, descansaremos hasta que aparezca una nueva luz que descubrir. Ése es el juego de la vida.
EL ALMA TENÍAS...
El alma tenías
tan clara y abierta,
que yo nunca pude
entrarme en tu alma.
Busqué los atajos
angostos, los pasos
altos y difíciles...
A tu alma se iba
por caminos anchos.
Preparé alta escala
-soñaba altos muros
guardándote el alma-,
pero el alma tuya
estaba sin guarda
de tapial ni cerca.
Te busqué la puerta
estrecha del alma,
pero no tenía,
de franca que era,
entrada tu alma.
¿En dónde empezaba?
¿Acababa, en dónde?
Me quedé por siempre
sentado en las vagas
lindes de tu alma
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