8.10.08
6.8.07
.
y la ciudad no lo sabe.
¡Qué distante la ciudad
de nuestro pulso esta tarde!
Tenemos venas de aldea,
y llueve por nuestra sangre.
¡Alma,
se están mojando tus calles...!
8.7.07
Tus ropas y tus recuerdos.
cuando te lanzas al agua
y nadas con la desgana
del que la orilla ve cerca,
y escondes tras un arbusto
tus ropas y tus recuerdos,
¿acaso no los conozco?,
y trepas por la cascada
creyendo ver un reflejo
que se pierde con la bruma.
Te di todo; más te di.
También te lo quité, cierto,
y todo escondí con mimo
tras un arbusto ocupado.
Olvidé tras tanto tiempo
que es de adobe tu armazón
cuando te lanzas al agua
y escondes tras un arbusto
tus ropas y tus recuerdos.
28.6.07
¿Qué pasa, huevón?
Tengo que limpiar la casa.
Tengo que limpiar la casa...
Tengo que cambiar las sábanas.
Tengo que cambiar las sábanas.
Tengo que cambiar las sábanas...
Tengo que fregar los platos.
Tengo que fregar los platos.
Tengo que fregar los platos...
19.6.07
Paradojas.
4.6.07
Experimento social.
De momento no puedo desvelar nada sobre qué tratará el experimento, pero iré dando resultados conforme los obtenga.
Día 5 (08/06/07): Los resultados se van mostrando lenta, pero fiablemente. Resulta complicado mantener la concentración absoluta durante el transcurso del experimento; no obstante, en estos primeros cinco días se ha respetado el formato original aproximadamente en un 90%.
Seguiremos informando.
Día 10 (13/06/07): Estos últimos cinco días he tenido que romper, por necesidad afectiva, la disciplina que venía siguiendo desde el comienzo del experimento. Sin embargo, la muestra escogida no se ha visto especialmente afectada, por lo que los resultados finales deberían ser bastante fiables. Por cierto, le he confesado a alguien los entresijos del proceso; eliminaremos a esa persona de la muestra para no sesgar los resultados.
Seguiremos informando.
Día 15 (18/06/07): El experimento ha finalizado. Resumiré brevemente en qué consistía: Decidí que durante este período de tiempo no contactaría con nadie por ningún medio posible, es decir, teléfono, móvil e internet; me limitaría a responder, eso sí, a cualquier contacto que tuviera, pero sin ser yo el que lo iniciara. De este modo quería comprobar qué personas comunicaban conmigo sin que yo tuviera que iniciar dicha comunicación. Aunque conforme pasaban los días mi propósito inicial se iba desvaneciendo poco a poco, al término del experimento calculo que lo habré cumplido aproximadamente en un 68%. Asimismo, pensé que, debido a mi precaria economía, afectaría de forma positiva a mi factura telefónica del mes. Los resultados son los siguientes:
1- En un 90%, he hablado con la misma gente y a las mismas horas que siempre he solido hablar.
2- Quien no llama nunca, sigue sin llamar aunque no se le llame.
3- Quien siempre llama, sigue llamando aunque no se le llame.
4- Mi factura telefónica no ha disminuido.
29.5.07
Boing, boing!!
-Dinero.
-No.
-Amor.
-Tampoco.
-¿Salud?
-Ni dinero ni amor ni salud.
-¿Entonces?
-Cuando halles la respuesta correcta, habrás completado tu entrenamiento, pequeño saltamontes.
21.5.07
La mujer: el espíritu de la contradicción.
50 contradicciones del mundo femenino
1- Gritar furiosa y llorar desconsoladamente durante la misma discusión.
2- Conquistar a un mujeriego para transformarlo en un hombre de familia.
3- Dejar a ese reluciente hombre de familia para conquistar a otro mujeriego.
4- En una cita, insistir en pagar la mitad de la cena y no volver a salir con él si acepta la oferta.
5- En invierno, salir con una remera diminuta y pollerita y terminar envuelta en un sweater enorme y prestado que dice "Viaje de egresados 1998".
6- Repetir incansablemente que sólo necesitás amor, comprensión y estabilidad, y sentir repulsión por un hombre bueno y simple que te manifiesta frontalmente su devoción.
7- Comprar modernas prendas holgadas y llenas de cachivaches que sólo otra mujer puede apreciar.
8- Ponerse a dieta terminal para ir a un casamiento y comer como una piraña fuera de control durante toda la fiesta.
9- Seguir pretendiendo que los hombres puedan ver lo enojada o triste que estás sin haberles contado nada.
10- Guardar rencor y bronca durante meses y estallar porque se derramó la sal.
11- Analizar tu vida amorosa desglosando cada frase y cada actitud de tu pareja con tus amigas pero cortar una relación si la tarotista asegura que no es el indicado.
12- Enamorarte de un hombre casado porque es incapaz de traicionar a su mujer.
13- Despotricar cuando un hombre pesado e insistente te corteja, y perder la cordura cuando por fin deja de hacerlo.
14- Catalogar a una amiga sexualmente hiperactiva como “una perdida” y a una más selectiva de perdedora o lesbiana encubierta.
15- Comprar una remera de verano en noviembre sabiendo que en enero va a estar a mitad de precio.
16- Dejar a un hombre porque ya no te gusta y que vuelva a gustarte cuando él encuentra a otra.
17- Ponerte ropa nueva para una cita sabiendo que un viejo vestido negro te queda mucho mejor.
18- Hacerte la permanente si tu pelo es lacio, plancharlo si está enrulado o teñirlo de rubio si es oscuro.
19- Insistir y esperar cuando la relación está acabada hace tiempo.
20- Morir de amor por un hombre que cría sólo a sus hijos y sentir pena por una mujer que hace lo mismo.
21- Decir que las modelos “son demasiado flacas” mientras te tambaleás por el cuarto día de ayuno.
22- Declarar durante todo el año que celebrar el aniversario es una estupidez y enojarte con tu pareja cuando la fecha llega y se olvida.
23- Seducir a un hombre sabiendo con seguridad que jamás vas a dejar que te toque un pelo.
24- Negarte a dejar los dulces para bajar el colesterol pero hacer la dieta del arroz para usar un vestido.
25- Creer en el horóscopo en las semanas que anuncia cosas buenas.
26- Ir a una fiesta en stilettos y tirarlos debajo de la mesa luego de quince minutos para poder bailar.
27- Hablar de dieta con una torta en la mano y hablar de tortas cuando estás a dieta.
28- Quejarse de que la depilación es un hábito primitivo y gritar de asco cuando tu marido dice que dejes de hacerlo.
29- Tomar sol al mediodía untada en aceite de cocina y comprar crema antiarrugas y gel para contorno de ojos.
30- Declamar una y otra vez fuerte e independiente que sos y simular debilidad e indefensión cuando necesitás de un hombre.
31- Decir que no querés nada para Navidad y secretamente esperar el regalo sorpresa.
32- Remover esos aros divinos de tus inmensas orejas alérgicas, esperar dos o tres días y volver a usarlos.
33- Decir que “lo importante es lo de adentro” cuando tenés un novio feo, y alegar que “la piel es todo” cuando conseguiste uno lindo.
34- Creerle al mismo hombre cuando habías jurado no volver a hacerlo.
35- Perseguir a tu pareja para que colabore en la cocina pero echarlo por inepto en cuanto empieza a ayudar.
36- Espiar y acechar a las compañeras de oficina más vagas e ineptas para amargarte y sufrir.
37- Probarse ropa durante toda una tarde y salir con el primer conjunto que elegiste.
38- Arrancarte los pelos de piernas, axilas y cavado con cera caliente o una máquina eléctrica y llorar cuando te quebrás una uña.
39- Abandonar a tu novio porque es celoso y sentirse fea y desamparada cuando no te celan.
40- Ser capaz de dirigir una empresa de doscientos empleados, un país de treinta millones de habitantes o una familia de doce miembros pero llamar a tu mamá cuando te duele la muela.
41- Dejar la ropa más nueva y linda para salir cuando en realidad pasás cuarenta y ocho horas semanales en la oficina y tres o cuatro en una salida.
42- Pellizcar bebés ajenos, pensar hasta el cansancio los nombres de tus futuros hijos, emocionarse con los embarazos de tus amigas y llorar desconsoladamente el primer día de atraso.
43- Ir a una fiesta o reunión en la que está el hombre que te rompió el corazón.
44- Preguntar si estás gorda para que te digan que estás flaca.
45- Mirar comedias romáticas y melodramas al día siguiente de cortar con el amor de tu vida.
46- Censurar a las amas de casa porque no tienen una carrera y a las que tienen una carrera porque la empleada doméstica cuida de sus hijos.
47- Sentir discriminación si eligen a un hombre para tu puesto pero tener un derrame cerebral de ira si eligen a otra mujer.
48- Llorar con los documentales de los animalitos de “Animal Planet” e hiperventilarse de excitación frente a una cartera de cuero.
49- Considerar que a los sesenta años un hombre es joven, y una mujer una abuela.
50- Bajar de peso, hacerte las uñas, broncearte y vestirte mejor cuando terminás una relación y engordar 20 kilos y ponerte el jogging, cuando empezás una.
17.5.07
14.5.07
9.5.07
30.4.07
19.4.07
Nada ocurre porque sí.
17.4.07
¿El placer que mata?
15.4.07
13.4.07
No te separarás de la línea.
6.4.07
XLIX.
y pasa junto a mí,
y pasa sonriéndose y yo digo:
¿cómo puede reír?
Luego asoma a mi labio otra sonrisa,
máscara del dolor,
y entonces pienso: -Acaso ella se ríe
como me río yo.
¿A quién no le pasado esto? Es sorprendente.
1.4.07
Ahora, a por la Champions.
28.3.07
23.3.07
Cuál sea mejor, amar o aborrecer.
a la que amante me sigue, dejo ingrato;
constante adoro a quien mi amor maltrata;
maltrato a quien mi amor busca constante.
A la que trato de amor, hallo diamante
y soy diamante a la que de amor me trata;
triunfante quiero ver a la que me mata
y mato a quien me quiere ver triunfante.
Si a ésta pago, padece mi deseo;
si ruego a aquélla, mi pundonor enojo:
de entrambos modos infeliz me veo.
Pero yo por mejor partido escojo
de quien no quiero, ser violento empleo,
que de quien no me quiere, vil despojo.
19.3.07
13.3.07
Reflexión nocturna.
¿Existe el infierno? Y en caso de ser así, ¿utilizarán allí ropa de temporada otoño-invierno?
¿Existe una barrera entre el bien y el mal que permita delimitar una frontera entre cielo e infierno para saber adónde enviar a cada uno? Y en caso de que exista, ¿quién la delimita, Dios o el Demonio (vamos a ponerle a él también en mayúsculas)?
8.3.07
Time after time.
6.3.07
Elevando al cubo.
26.2.07
Big fish.
22.2.07
19.2.07
15.2.07
11.2.07
6.2.07
¿Me paro? ¿No me paro?
3.2.07
Sueño, luego existo.
30.1.07
La Bobre de Tarrel.
24.1.07
Encrucijada de caminos...
Te añoro...
Te tiento...
Te rondo...
Te imagino...
Te comprendo...
Te inquieto...
¿Te amo?
...
Ya no soy; ahora soy.
21.1.07
Grandes verdades.
(Extracto de un monólogo de "El club de la comedia")
Hasta ahora, pensaba que la peor frase que te puede decir una tía es: "Tenemos que hablar...". Pero no, la peor frase que te pueden decir es: "Yo también te quiero... pero sólo como amigo". Al menos, siendo amigo puedes meter cizaña para eliminar competencia. Es la técnica del "gusano miserable". Cuando ella te dice:
- Ay, qué majo es Paco, ¿verdad?
- ¿Paco? Es muy majo, sí... un poco bizco.
- No es bizco, lo que pasa es que tiene una mirada muy tierna.
- Sí, en eso tienes razón, me fijé el otro día, cuando miraba a Marta.
- No la miraba a ella, me miraba a mí.
- ¿Ves como es bizco?
18.1.07
La ventanita.
17.1.07
Mañana y mañana y mañana.
14.1.07
La búsqueda.
Y di siempre las cosas a la cara; podrás equivocarte, pero jamás tendrás problemas con nadie.
11.1.07
Haora.
una silba,
una rima
y una avanza.
Uno surge,
uno escapa,
uno mata
y otro muere.
Cantando,
silbando,
rimando
y avanzando
se surge,
se escapa,
se mata
y se muere.
10.1.07
9.1.07
Frases que inquietan.
Se deja de ser jóvenes cuando se comprende que hablar sobre un dolor no altera la situación.
Es increíble que la mujer adorada venga a decirnos que sus días son vacíos y angustiados, pero que no quiere saber nada de nosotros.
El ocio vuelve lentas las horas y veloces los años. La laboriosidad, rápidas las horas y lentos los años.
8.1.07
¿El mejor consejo?
Los demás agradecerán tu respuesta.
Alasdair: Nadie presta dinero a un hombre con sentido del humor.
Postergar las esperanzas hace que el corazón crezca enfermo.
James: Saca rodando el barril.
Mark: Besa con los ojos cerrados.
Ojos de búho.
Lo he visto todo: he visto los árboles, he visto las hojas de los sauces danzando en la brisa, he visto un hombre muerto a manos de su mejor amigo, y vidas gastadas antes de terminar; he visto lo que fui y sé lo que seré. Lo he visto todo; no hay nada más que ver."
2.1.07
La hormiga remolona.
Escribí "Lecciones de poesía para niños inquietos" para explicar a mis hijas que la poesía habla de los sentimientos, la nostalgia y el tiempo. Con 10 años se puede tener una dimensión melancólica como con 50. Les quise demostrar que la poesía tiene que ver con la desgarradura que sienten cuando cambian de curso y dejan de ver a esa profesora con la que se llevaban tan bien y con la tristeza que sienten cuando crecen y ya no les cabe su camisa favorita. Crecer significa ir perdiendo, tomar responsabilidades y ver un día que la abuela se va haciendo mayor y se va a morir. Y al morirse la abuela descubres que después se morirá tu madre y más tarde tú.
Luis García Montero
27.12.06
Treinta hombres.
El hombre educado suele ser aburrido. El bien dotado es difícil de someter. El intelectual siempre está callado. El sabio se encierra en sí mismo. El deportista no para en casa. El melifluo está siempre en medio. El valiente pertenece sólo al viento. El indolente se queja siempre de los demás. El trabajador vive en la nube de su andamio. El cumplidor agota. El decidido se apuesta tu piel. El temeroso vive oculto en su pecado. El atractivo se afemina. El padrazo es demasiado casero. El ordenado es irascible. El músico se descompone. El poeta necesita sombra. El asceta busca soledad. El alegre nos da envidia. El impertinente deja vacío. El cocinero te ceba. El mentiroso siempre está seduciendo. El rico no comparte. El pobre aprieta al abrazar. El triste no fabrica castillos en el aire. El soñador se parte las piernas. El cariñoso empalaga. El sincero nos hiere. El amante demanda. El perfeccionista nunca está satisfecho.
Señorita, usted necesitará treinta hombres para hacerse uno a la medida de su apetito.
21.12.06
4013 (suma)
12.12.06
La mentira como instrumento de manipulación.
¿Cómo representar la mentira?
Si estuvieras jugando al Pictionary, ¿cómo dibujarías la mentira?
A ver... Empieza por P...
Le sigue una I...
Tiene luego otra I más...
Dice mentirijillas...
¿Todavía no caes?
9.12.06
La elipse.
en la penumbra de un jardín tan extraño.
Cae la tarde y me olvidé otra vez
de tomar una determinación.
Esperando un eclipse me quedaré,
persiguiendo un enigma
al compás de las horas.
Dibujando una elipse
me quedaré
entre el sol
y mi corazón.
Junto al estanque me atrapó la ilusión
escuchando el lenguaje de las plantas,
y he aprendido a esperar sin razón...
7.12.06
¿Qué nivel tiene con Kevin Bacon?
El objeto del juego es empezar con cualquier actor o actriz que se os ocurra (desde Marlon Brando hasta Chiquito de la Calzada, pasando por Marujita Díaz o cualquier actor chino que no conozca ni Dios) y conectarlos con Kevin Bacon en el menor número de pasos posibles. Dos actores están conectados si han actuado en una misma película juntos.
Todo actor o actriz tiene su “número Bacon”, que es el número de actores o actrices que le separan del actor estadounidense Kevin Bacon. Entendemos que dos actores están relacionados si han trabajado juntos en alguna película. Si un actor ha trabajado con Kevin Bacon, tendrá un número Bacon=1; si no lo ha hecho, pero ha trabajado con alguien que sí, tendrá un número Bacon=2. Y así, sucesivamente.
Por ejemplo, podrías preguntarte cómo Carmen Sevilla puede ser conectada con Kevin Bacon y cuántos pasos serían necesarios:
Carmen Sevilla trabajó en “Marco Antonio y Cleopatra” con Garrick Hagon;
Garrick Hagon trabajó con Kevin Bacon en “Balto”.
Luego Carmen Sevilla tiene grado 2 con Kevin Bacon.
Como dato curioso: Adolf Hitler tiene grado 4 con Kevin Bacon.
Si quieres jugar, entra en esta página -http://oracleofbacon.org/- y escribe el actor o actriz que se te ocurra. Nunca se ha encontrado un actor o actriz con un grado de separación mayor que 8 (y con 8 hay contadísimos). Si eres capaz de hallar uno con grado 7, date por satisfecho.
1.12.06
El perfume...
Mientras camino se me cruza su perfume. Trato de aguantar la respiración, pero basta sólo esa pequeña fracción de segundo para que en mi cabeza se enciendan cientos de fuegos artificiales. Furtivo, leve, inconfundible, suave aroma de recuerdos y encantos; despierta en mí sentimientos aletargados.
Debo respirar, e inhalo nuevamente. Aún está el aroma de su perfume en el aire, gatillando en ese preciso momento, en ese segundo, tantas cosas en mi mente, imposibles de borrar e imposibles de ignorar, que me doy cuenta de que, aunque creo que marcho solo, aún la siento conmigo al caminar. Y quién sabe... Tal vez ella también me siente mientras camina...
30.11.06
Beautiful girls.
Willie: Te miro y me parece increíble que haya un tío por ahí que comparte su vida contigo, que sabe todas tus pequeñas cosas. Y consigue hacerte feliz. Pasa las noches contigo y...
Andera: ...me prepara martinis, escuchando a Van Morrison...
Willie: Huele tu piel...
Andera: ...después de un día en la playa...
Willie: Y te lee los periódicos...
Andera: ...en una mañana de domingo...
Willie: En una mañana lluviosa de domingo. Y rodea con besos tu ombligo... Déjame preguntarte algo: ¿Puedes imaginar algo más excitante que hacer el amor con un atractivo desconocido... en una cabaña perdida en mitad de un bosque... con la única luz de una tenue lámpara de aceite que guíe tus pasos? ¿Puedes imaginar algo mejor?
Andera: Martini helado. Van Morrison.
Willie: Los periódicos del domingo. Lo pillo.
27.11.06
El efecto mariposa.
Quien más, quien menos, habréis escuchado hablar alguna vez del famoso efecto mariposa y la Teoría del Caos, o de cómo el aleteo de una mariposa en Shangai provoca un tornado en Florida. ¿Hasta dónde llega el poder de este efecto? Es decir, ¿actúa en los ámbitos cotidianos? Por ejemplo, si por la mañana te tomas un café, pero dejas el último culito en el vaso, ¿pasarás el resto del día igual que si te lo hubieras terminado? Si la pasada noche dormiste 6 horas, 46 minutos y 12 segundos, ¿qué te hubiera sucedido de haber dormido tres o cuatro segundos más o menos? Quizá os parezca absurdo plantearse estas cosas, principalmente porque no hay forma de obtener una comprobación de lo que podría haber sucedido. Sin embargo es evidente que todo cambia en función de pequeños, ínfimos factores. Y la gran paradoja de todo es que cuando nos ocurre alguna desgracia (error) de las que podrían haberse evitado, muchas veces se tiende a pensar: "Si (no) hubiera hecho tal, no habría sucedido cual.", y otras muchas veces no nos damos tampoco cuenta de que si no hubiésemos hecho cual, no habría ocurrido tal. ¿Me he explicado? ajjajajajjaja Lo estoy releyendo y ni yo mismo me aclaro.
23.11.06
22.11.06
I knew these people.
Ella: Suena como si fueran muy felices.
Él: Lo eran. Eran realmente felices. Y él... él la amaba más de lo que nunca creyó que fuera posible amar. No podía soportar estar alejado de ella durante el día, cuando estaba trabajando. Así que dejó el trabajo, sólo para poder estar en casa con ella. Cuando el dinero se agotaba, conseguía otro trabajo... pero terminaba dejándolo también. Y muy pronto ella empezó a preocuparse.
Ella: ¿Preocuparse por qué?
Él: Por el dinero, supongo; por no tener suficiente, por no saber cuándo entraría el siguiente talón.
Ella: Sí, conozco esa sensación.
Él: Así que a él se le empezó a formar una especie de remolino dentro.
Ella: ¿Qué quieres decir?
Él: Bueno, él sabía que tenía que trabajar para mantenerla, pero por otra parte no podía soportar estar alejado de ella. Y cuanto más alejado estaba de ella, más loco se volvía. Salvo que esta vez se volvió paranoico de verdad. Comenzó a imaginar toda clase de cosas.
Ella: ¿Como qué?
Él: Comenzó a pensar que ella se la estaba pegando con otros hombres. Volvía a casa del trabajo y la acusaba de pasar el día con alguien. Le gritaba y rompía cosas. Empezó a beber sin control, y salía hasta tarde para probarla.
Ella: ¿Probarla?
Él: Para ver si se ponía celosa. Quería que se pusiera celosa, pero ella no lo hacía, sólo se preocupaba por él. Y eso le enfurecía aún más.
Ella: ¿Por qué?
Él: Porque pensaba que si ella no se ponía celosa era porque no se preocupaba realmente por él. Los celos eran como un signo de su amor por él. Y entonces una noche... Una noche ella le dijo que estaba embarazada, de unos tres o cuatro meses, y él ni siquiera lo sabía. Y de repente, todo cambió. Él dejó de beber y consiguió un trabajo fijo. Ahora estaba convencido de que ella le amaba, pues llevaba dentro a su hijo; se dedicaría a crear un hogar para ella. Pero algo curioso empezó a ocurrir. Al principio ni siquiera se percató, pero ella estaba cambiando. Desde el día que nació el bebé, ella comenzó a irritarse con cuanto la rodeaba; todo le molestaba. Incluso el bebé le parecía fruto de una injusticia. Él trató de hacer cuanto estaba en su mano para agradarla: le compraba cosas, la sacaba a cenar una vez por semana... Durante dos años él tiró de las riendas de la relación, intentando que todo fuera igual que cuando se conocieron por vez primera... Pero finalmente se dio cuenta de que aquello nunca funcionaría, así que agarró de nuevo la botella; pero esta vez de una forma dañina.
Esta vez, cuando llegaba a casa de noche tarde, ella no se preocupaba por él ni se ponía celosa; simplemente se enfurecía. Ella le acusaba de retenerla habiéndole hecho tener un bebé, le decía que soñaba con escapar, que todo con cuanto soñaba era escapar. Se veía a sí misma de noche, corriendo desnuda por la carretera, corriendo por los campos, corriendo por los ríos; siempre corriendo. Y siempre, justo cuando estaba a punto de escapar, él aparecía para detenerla de algún modo; simplemente aparecía y la detenía. Y cuando ella le contaba estos sueños, él la creía. Sabía que tenía que detenerla o le abandonaría para siempre. Así que le ató un pequeño cascabel en el tobillo, de manera que pudiera oírla de noche si trataba de levantarse de la cama. Pero ella descubrió cómo atenuar el sonido del cascabel rellenando su interior con un calcetín, y se escapó pasito a pasito de la cama. Él despertó en mitad de la noche y vio que ella se había escapado. Salió enfurecido en su busca hasta encontrarla, la arrastró de vuelta a la casa y la ató a la estufa con su correa. Allí la dejó abandonada, regresó a la cama y se tumbó, escuchándola gritar; y escuchó también el llanto de su hijo. Y se sorprendió a sí mismo, porque... ya no sentía nada en absoluto. Todo lo que deseaba era dormir. Y por primera vez, deseó estar lejos de allí, perdido en las profundidades de algún vasto país donde nadie le conociera, en algún lugar sin idiomas, sin calles; y soñó con ese lugar sin ni siquiera conocer su nombre. Y cuando despertó, estaba ardiendo. Había llamas azules que ardían sobre las sábanas de su cama. Corrió entre las llamas, en dirección a las dos únicas personas que amaba. Pero ya no estaban. Sus brazos ardían, y salió fuera de la casa y se revolcó en el húmedo suelo. Y entonces corrió sin mirar hacia atrás; simplemente corrió y corrió. Corrió hasta encontrar al amanecer, y ya no pudo correr más. Y cuando el sol se puso, volvió a correr; durante cinco días continuó corriendo así. Hasta que todo signo de que fue un hombre hubo desaparecido.
21.11.06
El guerrero de la luz.
Todo guerrero de la luz ya tuvo alguna vez miedo de entrar en combate.
Todo guerrero de la luz ya traicionó y mintió en el pasado.
Todo guerrero de la luz ya recorrió un camino que no le pertenecía.
Todo guerrero de la luz ya sufrió por cosas sin importancia.
Todo guerrero de la luz ya creyó que no era un guerrero de la luz.
Todo guerrero de la luz ya falló en sus obligaciones espirituales.
Todo guerrero de la luz ya dijo sí cuando quería decir no.
Todo guerrero de la luz ya hirió a alguien a quien amaba.
Por eso es un guerrero de la luz; porque pasó por todo eso y no perdió la esperanza de ser mejor de lo que era.
14.11.06
Vigas.
Nunca insulto; tan sólo me defiendo.
Y aunque sé que estoy loco, bien entiendo
que mi demencia tiene porvenir.
Deleito el paladar al deglutir;
y no sólo me alimento comiendo,
pues cuando mis ojos la ven, comprendo
que algo bueno queda por existir.
Prometo no ausentarme de mí mismo
ni ser ingrato por hablar de menos
ni pensar más de lo que siempre opino.
¿Y por qué no ausentarme de mí mismo
y ser grato por hablar mucho menos
y pensar que ha llegado mi destino?
12.11.06
10.11.06
7.11.06
Símil.
6.11.06
27-I-1999
Permíteme que a tu cuestión responda,
pues es de todas mi afición tan honda
que a dicho vicio considero sumo.
Dices que los ojos te nubla el humo,
que cual mosca por todas partes ronda.
Si así ocurre me retiro a mi fonda
y presuroso sin pausa me esfumo.
Ya el corto cilindro se desvanece
víctima del despiadado cerillo;
me apena tanto ver cómo perece,
tornándose en triste y cruel amarillo,
que así de pronto otra vez me apetece
que me apetezca ya otro cigarrillo.
5.11.06
Para que me recuerden.
Llegará el día en que mi cuerpo yazca sobre una sábana blanca bien ajustada al colchón de un hospital, donde todos estarán ocupados con la vida y con la muerte.
En algún momento dado, un médico determinará que mi cerebro ha dejado de funcionar y que, para todos los fines, mi vida ha cesado.
Cuando eso ocurra, no tratéis de infundirme vida artificial por medio de una máquina.
Y no llaméis a ése mi lecho de muerte. Convirtámoslo en el lecho de vida, que mi cuerpo sea retirado de él para ayudar a que otros tengan una vida más plena.
Dad mi vista al hombre que nunca vio un amanecer, la cara de un bebé ni el amor en los ojos de una mujer.
Dad mi corazón a una persona que no haya recibido del suyo otra cosa que incontables días de dolor.
Dad mi sangre al adolescente al que arrancaron de las ruinas de su auto, para que llegue a ver jugar a sus nietos.
Dad mis riñones a alguien que dependa de una máquina para subsistir de semana en semana.
Tomad mis huesos, cada uno de mis músculos, cada fibra y cada nervio de mi cuerpo, y buscad la manera de que sirvan para que un niño lisiado camine.
Explorad cada rincón de mi cerebro. Tomad mis células, si es necesario, y hacedlas crecer, para que algún día un niño sin habla pueda gritar un gol y un niña sorda perciba el rumor de la lluvia contra su ventana.
Quemad lo que reste de mí y esparcid las cenizas a los vientos, para que las flores crezcan mejor.
Si es preciso sepultar algo, que sean mis errores, mis debilidades y todos los prejuicios contra mi prójimo.
Dad mis pecados al diablo. Dad mi alma a Dios.
Si por ventura queréis recordarme, hacedlo con una buena acción o con una palabra amable a quien las necesite. Si hacéis todo lo que he pedido, viviré por siempre.
¿Qué he aprendido de todo esto?
He aprendido el valor de la verdad, y he descubierto el lado más oscuro de la mentira.
He ganado sabiduría y perspectiva sobre las cosas verdaderamente importantes de la vida.
He entendido que no sirve de nada repetirse una y otra vez "Qué hubiera pasado si...".
He aprendido a sufrir y a soportar mi dolor en soledad.
He hipotecado la dignidad en mi derrota.
He descubierto que la compasión más útil es la que uno mismo se procura.
He logrado darme cuenta de que un ahora vale más que un después, y un después más que un nunca, y que uno debe ser consecuente con sus actos.
Me han hecho ver que el merecimiento aun de la adversidad mayor está justificado si fuiste desleal a tu conciencia.
Ahora sé que para ser valiente no es necesario luchar en una guerra.
He conocido el dolor más corrosivo que existe pues yo mismo lo infringí en el corazón de quien más me amaba, y por ello en el mío propio.
He comprendido que la carreta llena de remordimiento y culpa no tiene espacio suficiente para transportar el arrepentimiento y la pena.
He aprendido que cometer un error puede destrozar vidas.
He conseguido valorar el perdón sincero en su justa medida.
He entendido que no puede juzgarse a nadie por sus palabras o sus actos, pues sólo uno mismo en lo más profundo de su interior conoce las verdaderas razones que guían sus pasos.
Me he dado cuenta de que la vida sólo cobra verdadero sentido cuando existe alguien que te importa más que tú mismo.
He redescubierto que las lágrimas apaciguan la tristeza del alma.
He ganado paciencia impacientemente.
He demostrado que se puede poseer un título universitario y ser un completo imbécil.
He confirmado que, ocurra lo que ocurra, siempre tendré a alguien a mi lado que me comprenda e intente animarme.
He comprendido que confianza es la palabra más importante del diccionario. Sin ella el amor se marchita y la amistad se gangrena; y sin amor ni amistad, todo lo que queda no es mas que polvo y cenizas.
Una de las pocas certezas que aún conservo es que es muy difícil reconstruir algo que fue derribado con la maza de la mentira. Sin embargo todavía guardo la esperanza de descubrir que los cimientos del verdadero amor son fuertes; porque si los cimientos son fuertes, todo lo demás se puede arreglar.
3.11.06
Te quiero.
Te quiero cuando tienes frío estando a 21º, te quiero cuando tardas una hora para pedir un bocadillo, adoro la arruga que se te forma aquí cuando me miras como si estuviera loco, te quiero cuando después de pasar el día contigo mi ropa huele a tu perfume, y quiero que seas tú la última persona con la que hable antes de dormirme por las noches. Y eso no es porque esté solo ni tampoco porque sea nochevieja. He venido aquí esta noche porque cuando te das cuenta de que quieres pasar el resto de tu vida con alguien, deseas que el resto de tu vida empiece lo antes posible.
2.11.06
1.11.06
Tocar.
La gente necesita tocarse. Y cuando digo esto, no me refiero a meneársela o a meterse el dedillo; no. Me refiero a que la gente, cuando se aprecia, necesita del contacto físico. Y no quiero decir sólo besarse o acariciarse, sino simplemente agarrar el brazo de alguien, por ejemplo, o fingir una excusa para rozar unos segundos la cara de esa persona, o dar una palmadita en la espalda. Y lo necesitamos porque hasta el último alma que existe, por muy rocosa que sea, cuando siente aprecio por alguien, necesita manifestarlo de forma física. ¿Por qué? Porque somos personas, y así nos comportamos.
30.10.06
¿Por qué vale la pena vivir?
29.10.06
Aquellos maravillosos años.
Fuimos la generación de la "espera"; nos pasamos nuestra infancia y juventud esperando. Teníamos que hacer "dos horas de digestión" para no morirnos en el agua, dos horas de siesta para poder descansar, nos dejaban en ayunas toda la mañana del domingo hasta la hora de la comunión, los dolores se curaban esperando.
Mirando atrás, es difícil creer que estemos vivos. Nosotros viajábamos en coches sin cinturones de seguridad y sin airbag, hacíamos viajes de 10-12 h. con cinco personas en un 600 y no sufríamos el síndrome de la clase turista.
No tuvimos puertas, armarios o frascos de medicinas con tapa a prueba de niños. Andábamos en bicicleta sin casco, hacíamos auto-stop, más tarde en moto, sin papeles.
Los columpios eran de metal y con esquinas en pico. Jugábamos a ver quién era el más bestia. Pasábamos horas construyendo carros para bajar por las cuestas y sólo entonces descubríamos que habíamos olvidado los frenos. Jugábamos a "churro va" y nadie sufrió hernias ni dislocaciones vertebrales.
Salíamos de casa por la mañana, jugábamos todo el día, y sólo volvíamos cuando se encendían las luces de la calle. Nadie podía localizarnos. No había móviles. Nos rompíamos los huesos y los dientes y no había ninguna ley para demandar a los culpables. Nos abríamos la cabeza jugando a guerra de piedras y no pasaba nada, eran cosas de niños y se curaban con mercromina y unos puntos. Nadie a quién culpar, sólo a nosotros mismos.
Tuvimos peleas y nos "esmorramos" unos a otros y aprendimos a superarlo. Comíamos dulces y bebíamos refrescos, pero no éramos obesos. Si acaso, alguno era gordo y punto. Compartimos botellas de refrescos o lo que se pudiera beber y nadie se contagió de nada. Nos contagiábamos los piojos en el cole y nuestras madres lo arreglaban lavándonos la cabeza con vinagre caliente.
Quedábamos con los amigos y salíamos. O ni siquiera quedábamos, salíamos a la calle y allí nos encontrábamos y jugábamos a las chapas, al"coger", al "matar", a "poliladron"..., en fin, tecnología punta. Íbamos en bici o andando hasta casa de los amigos y llamábamos a la puerta. ¡Imagínaos!, sin pedir permiso a los padres, y nosotros solos, allá fuera, en el mundo cruel ¡Sin ningún responsable! ¿Cómo lo conseguimos?
Hicimos juegos con palos, perdimos mil balones de fútbol. Bebíamos agua directamente del grifo, sin embotellar, y algunos incluso chupaban el grifo. Íbamos a cazar lagartijas y pájaros con la "escopeta de perdigones", antes de ser mayores de edad y sin adultos, ¡¡DIOS MÍO!!
En los juegos de la escuela no todos participaban en los equipos. y los que no lo hacían tuvieron que aprender a lidiar con la decepción. Algunos estudiantes no eran tan inteligentes como otros y repetían curso... ¡Qué horror, no inventaban exámenes extra!
Veraneábamos durante 3 meses seguidos, y pasábamos horas en la playa sin crema de protección solar ISDIN 15, sin clases de vela, de paddle o de golf, pero sabíamos construir fantásticos castillos de arena con foso y pescar con arpón.
Ligábamos con las chicas persiguiéndolas para tocarles el culo, no en un chat diciendo ": )" ": D" ": P". Tuvimos libertad, fracaso, éxito y responsabilidad, y aprendimos a crecer con todo ello.
No te extrañe que ahora los niños salgan gilipollas. Si tú eres de los de antes... ¡Enhorabuena! Da a conocer este manifiesto a otros que tuvieron la suerte de crecer como niños.